"Se la llevó, se la llevó..."
Admitámoslo, las pelis de tiburones molan. De acuerdo, las hay buenas, malas, y horrendas, pero en el peor de los casos, sabes que al menos te vas a echar unas risas con los CGI cutres o los estúpidos diálogos.
Suelen ser productos sin muchas pretensiones que encuentran
su público en los espectadores que sólo buscan entretenerse durante un rato
viendo como estos bicharracos masacran a un grupo de adolescentes (a veces no
tan adolescentes) estúpidos o le arruinan el negocio a más de un alcalde que
insiste en celebrar esa fiesta en el muelle haciendo oídos sordos al grupo de
biólogos que le dicen que no, que hay una especie de supertiburones rondando
por ahí y que se puede liar gorda (no me lo estoy inventando, vi una peli con
esa premisa).
En resumen, que hay que amar las pelis de tiburones. Además
de ser el recurso perfecto para cuando no quieres calentarte la cabeza con
argumentos enrevesados, te puedes echar unas risas, y de vez en cuando aparece
una o dos que hasta te ponen en tensión y te obligan a reconocer que son
buenas. Quizá algún día haga una recopilación de algunas que me han gustado.
Tiempo al tiempo.
Pero vamos al meollo: ¿Qué tal está “a 47 metros 2”? Pues
hay un poco de todo:
La cosa va de un grupo de chicas que, por circunstancias que
descubriréis al ver la peli, se meten a explorar una ciudad Maya
sumergida, sin saber que pueden haber tiburones blancos sobrealimentados a los que
también les entusiasme la arqueología.
Da comienzo así una película que es bastante apropiado
definir como agobiante, que consigue mantenerte en tensión todo el tiempo. Si
hay algún momento de respiro, teme lo peor, porque no va a durar mucho. Dicha
tensión se consigue muy bien con planos cercanos y rápidos en combinación con
los efectos de sonido que acompañan a los sustos.
El CGI me ha parecido de segunda, es cierto. Pero tampoco me
ha dado la sensación de que se utilice demasiado, sin contar al propio tiburón, obviamente.
Los escenarios, quitando las playas y el agua cristalina (la fotografía no está mal), discretitos.
Los escenarios, quitando las playas y el agua cristalina (la fotografía no está mal), discretitos.
A pesar de que hay muchos clichés de las pelis de terror de
este estilo como que la ciudad sea un maldito laberinto o el oxígeno se les
vaya acabando, la atmósfera agobiante (a mí personalmente las cuevas y los
pasadizos estrechos me ponen de los nervios) y algunos sustos bastante bien
puestos le hacen sumar puntos.
No hay mucho más que decir acerca de la película, la
verdad. La trama cabe en un post it, es muy predecible y cuenta algún que otro
momento “cringe” y exagerado (ojo al
final). Pero, de nuevo, creo que nadie viene aquí a ver la segunda venida de
cristo en chanclas, sino a ver sangre, mutilaciones, sustos y animales muy
grandes y con mucha hambre y mala leche. Todo esto es “a 47 metros 2” ni más ni menos. Si es
lo que buscas, aquí lo encontrarás.
Nada más que decir por mi parte. Creo que la reseña ha
quedado algo corta y sé que tengo que meterme más en los aspectos técnicos,
pero como dije, estoy empezando y tengo mucho que aprender. Por otra parte,
este tipo de pelis tampoco es que inviten a un gran debate…
En fin, espero que os haya gustado la reseña. No dudéis en
comentar qué os ha parecido la peli, que os ha parecido la review, o lo que os
salga del alma, por no decir otra cosa. Compartid el blog con vuestr@s amig@s y
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suba algo nuevo.
Muchas gracias!
Un abrazo,